¿Qué es respirar bien?
Respirar es un acto autónomo que hacemos sin pensar, pero ello no significa que lo hagamos bien. Según algunos estudios, hace unos 300 años empezamos a respirar peor justo en el momento en el que empezamos a procesar la comida de manera más habitual. El procesamiento de la comida produce que ésta sea mucho más blanda y además pasamos a masticar durante muchas menos horas, en algunos casos minutos al día. Los antecesores a esta fecha solían masticar en torno a unas 4 horas diarias. Ahora no llegamos a una hora de masticación al día. Esto produce la debilidad de la musculatura y la falta de contacto de los dientes, lo cual está atribuido a que los dientes se muevan (cosa que no pasa en ninguna otra especie).
El otro problema que nos causa es que contribuye a “respirar mal” o respirar por la boca. Esto también se ve favorecido por los cortos periodos de lactancia materna, la lactancia con biberón y el uso de papillas durante años en algunos casos. Al no entrenar desde pequeños la musculatura de la boca se desarrolla poco y produce una incompetencia labial que no permite que se produzca el sellado de los labios, manteniendo la boca abierta y haciendo que se respire por ella en vez de por la nariz.
Respirar por la nariz produce el filtrado y desinfección del aire, el paso por las sinusoides y lacrimales hace que bajen lágrimas al estómago y estas contienen más de 90 tipos de inmunoglobulinas que activan beneficiosamente el sistema inmunitario, el aire se calienta a la temperatura corporal o se enfría en verano, permite el desarrollo del ácido gástrico para una adecuada digestión y motilidad intestinal.
Cuando se respira por la boca, no se producen estos procesos: el aire no se calienta/enfría, la sinusoides se llenan de mocos, no filtramos el aire que llega a los pulmones y estos se irritan, se producen malas digestiones y además empeora el ph de la boca produciendo infecciones y caries que con el tiempo pueden causar problemas de las encías y el movimiento de los dientes. Además se produce una respiración más superficial que al respirar por la nariz de manera que el diafragma se asciende pudiendo producir ardores y hernia de hiato, los psoas que son músculos que tienen relación con el diafragma se contracturan y acortan pudiendo producir dolor de espalda, problemas de cadera, pélvicos y de sacro llegando a afectar a toda la postura corporal.
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