La Sexología se ocupa de estudiar la sexualidad humana y de atender todos aquellos problemas que surgen entorno a las distintas fases de la respuesta sexual ya sea el deseo, la excitación o el orgasmo.
Los problemas sexuales son dificultades, pudiendo ser de carácter orgánico o psicológico, que impiden disfrutar plenamente de su sexualidad.
Es normal que una pareja sufra altibajos sexuales, siendo en la mayoría de los casos producidos por el estrés de la vida cotidiana, que centra nuestra atención en el trabajo, los problemas económicos o las dificultades familiares.
Los trastornos sexuales no son simples cambios normales en la libido, sino problemas mucho más complejo que afectan a la relación de pareja y generan inseguridad, ansiedad e insatisfacción. Por fortuna, la mayoría de los problemas sexuales tienen causas psicológicas, pudiendo solucionar su preocupación.
La Terapia de Pareja es un recurso utilizado por muchas personas para intentar resolver los conflictos que pueden surgir dentro de la relación. Sabemos que el proceso de convivencia es complicado, y se produce un desgaste como consecuencia no solo de esa convivencia, sino también por todos los cambios tanto personales como externos que se dan en la vida de cualquier pareja, y que afectan en esa convivencia. Las parejas tienen que ir adaptándose a los cambios e ir utilizando los recursos de los que disponen para ir manejando las distintas situaciones. Cuando los recursos fallan o no se tienen, van surgiendo problemas que generan malestar y afectan al estado emocional de cada uno, aumentado la insatisfacción dentro de la relación. Este proceso de desgate es lento.
El objetivo de la terapia es buscar nuevas formas de relacionarnos, acercarnos a un mayor conocimiento de cómo somos en pareja, cómo es nuestra pareja y sobre todo cómo es nuestra relación.
— Deseo bajo
— Problemas con la penetración (vaginismo)
— Dolor en el coito (dispareunia)
— Crecimiento erótico
— Problemas con el orgasmo y la excitación
— Problemas de erección
— Problemas de eyaculación
— Celos
— Infidelidad
— Falta de intimidad y tiempo en pareja
— Problemas de comunicación
— Rutina y monotonía