19 Feb Dolor de rodillas y su tratamiento
» El dolor de rodilla no me deja correr» es quizás uno de los motivos de consulta más comunes. La creciente afición de la gente a correr conlleva un aumento de las lesiones de rodilla y un periplo por diferentes profesionales con el fin de recuperarse lo antes posible para poder seguir corriendo.
El dolor de rodillas es uno de los dolores más habituales que tratamos en consulta. Suele ser un dolor bastante invalidante y con frecuencia el paciente acaba teniendo que entrar en quirófano antes o después.
Por otra parte, es muy frecuente que nos encontremos que los pacientes que consultan por dolor de rodillas no hayan hecho un tratamiento adecuado. Es por ello que nuestros especialistas trabajan en conjunto para resolver cada caso en particular de la manera más eficiente.
Las lesiones que pueden aparecer van desde las lesiones de meniscos o de la rótula (condromalacia), a problemas de ligamentos e inestabilidad o descompensaciones musculares.
Pero ¿qué es lo que hay que hacer para cuidar nuestras rodillas? Las rodillas son articulaciones muy inestables y a excepción de los casos de traumatismo directo, caída o similares, suelen estar afectadas por motivos externos a ellas. Las dos estructuras del cuerpo que más afectan al mal funcionamiento de las rodillas son los pies y las pelvis. Por ejemplo, es muy común ver pacientes con Juanetes y que padezcan a su vez dolores de rodilla sin que nunca nadie se haya percatado que el culpable de ambas cosas es el mal funcionamiento del pie.
Es por ello que en primera instancia hay que saber el motivo por el cuál duelen las rodillas. Para ello la mejor opción es consultar con el Médico del deporte y obtener un diagnóstico y pauta de tratamiento correctos.
En segunda instancia, si el problema proviene de los pies, hay que tratarlos, normalmente con plantillas, para evitar que el mal funcionamiento del pie siga ejerciendo influencia sobre las rodillas. Para ello el Podólogo debe realizar un estudio de la pisada donde evalúe como puede hacer que el mal funcionamiento del pie deje de perjudicar a la rodilla dolorosa.
Por último es de suma importancia tratar el problema con sesiones de fisioterapia donde se combinen por una parte descarga de los músculos que afectan a la rodilla y recolocación de la articulación si procede además de acompañarlo con ejercicios específicos de fortalecimiento.
Cuándo el daño es mayor, existen diferentes técnicas de tratamiento específico. En la actualidad las más utilizadas son:
– Factores de crecimiento
– Infiltraciones de colágeno
– Infiltraciones de ácido hialurónico
Además de éstas técnicas que son novedosas también hay tratamiento para aquellas rodillas que están en un estado degenerativo con artrosis. En éstos casos el tratamiento son algo diferentes, aunque hay posibilidades de eliminar el dolor.