Una de las patologías que más observamos en Podología son las uñas encarnadas o popularmente conocidas como uñas clavadas. Los tratamientos para este problema son diversos y dependiendo del caso que tenemos delante el proceder será diferente.
Para empezar, describiremos las causas de una uña encarnada:
- Un mal corte de uñas: en este caso el problema se arregla fácilmente y la mayoría de las veces haciendo un corte y fresado adecuado de la uña, el problema se resuelve.
- Cuando la causa es el exceso de anchura de la uña, los cuidados paliativos son los mismos que en el caso anterior, aunque habitualmente llega un momento que no resuelven el problema más haya de dos o tres semanas. La recomendación en éste caso es estrechar las uñas de forma permanente con cirugía. Permanentemente la uña queda más estrecha y no se vuelve a clavar.
- Tener la uña en forma de teja o curvada hace que ésta se clave en la carne. Cuanto más tiempo pasa, más curvada se suelen poner las uñas. En éste caso el tratamiento iría dirigido a corregir la curvatura de la uña a través de diferentes tipos de ortonixias. En nuestro caso usamos una parecida al alambre que se usa en las ortodoncias dentales. El uso de ésta técnica descurva la uña de forma casi permanente.
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