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    Causas de la Fascitis Plantar o Espolón Calcáneo

    La fascitis plantar es un dolor punzante que se suele producir en la zona interna del talón y puede dar dolor reflejo a toda la planta del pie de forma más o menos intensa.
     
    Es un dolor que suele ser más agudo por las mañanas al levantarse y que mejora con el movimiento. También es más intenso el dolor tras haber permanecido quieto durante un rato y nos levantamos. Es una lesión que suele producir un dolor que va aumentando con el tiempo en intensidad y en cantidad de tiempo que duele. También puede producir dolor nocturno e ir asociado a calambres.
     
    La fascia plantar es un ligamento que se origina en el talón y se inserta en forma de abanico en toda la planta del pie. Su función es mantener el arco plantar y se lesiona siempre por dos motivos: la musculatura que ayuda a su función deja de trabajar (normalmente por mala pisada) y se ve sometida a sobrecarga, y por la sobrecarga o acortamiento de los gemelos. En la mayoría de los pacientes ambas causas están combinadas.
     
    Cuándo la fascia plantar se ve sometida a grandes tensiones durante mucho tiempo, aparecen los espolones que no son más que calcificaciones del origen de la fascia plantar. Los espolones no duelen ya que son osificaciones, lo que siempre duele es el tejido blando adyacente.
     
    El tratamiento de elección para las fascitis plantares o espolones son plantillas biomecánicas que controlen los movimientos nocivos del pie y que relajen las tensiones a las que está sometida.
     
    En muchas ocasiones, la lesión se cronifica y se deben usar tratamientos adyacentes como la EPI, fisioterapia, corrientes, vendajes neuromusculares, infiltraciones, factores de crecimiento, ondas de choque…